viernes, 19 de junio de 2009

La venganza consumada

Un estruendo seco a las 9:05 de la mañana. Los vecinos de Arrigorriaga rápidamente han sabido lo que pasaba, no era la primera vez. A ella le da un vuelco el corazón, Eduardo acaba de salir para el trabajo, busca el móvil desesperada y hace una trágica llamada… suena, respira casi aliviada, nadie descuelga, lo vuelve a intentar… ya no hace llamada, salta una voz femenina con un mensaje al que no presta atención (no se encuentra operativo). Sale corriendo hacia la explanada donde Eduardo tenía aparcado el coche, la humareda y las llamas le hacen ver lo que momentos antes era una sospecha… la venganza de unos locos ha acabado con la vida de su marido.
Eduardo Puelles era inspector de la brigada de información del Cuerpo Nacional de Policía. Ingresó en el Cuerpo el 1 de octubre de 1982, y antes de ser destinado a Bilbao había desarrollado su trabajo en Alicante y en las localidades vizcaínas de Irún y Portugalete, recibió un total de 35 felicitaciones durante su carrera profesional.
“Un gran profesional", así lo describen sus compañeros, destacando su colaboración en la desarticulación en 2004 del 'comando Vizcaya' o, el año anterior, en el operativo que permitió desmantelar el "aparato de captación" de ETA.
Puelles, que se incorporó a la Brigada Provincial de Información de Bilbao en septiembre de 1997, intervino sólo cinco meses después en el arresto de siete miembros de un grupo de violencia callejera que actuaba en la margen derecha del Gran Bilbao.
En marzo de 2002, pocos días antes de ser ascendido a inspector, dirigió y coordinó el dispositivo que culminó con la desarticulación de otro grupo de 'kale borroka' responsable de más de medio centenar de acciones en la comarca vizcaína del Duranguesado y con la detención de siete de sus miembros.
Puelles participó asimismo en las dos fases de la denominada 'operación Tarbes', desarrollada en febrero y en abril de 2003 y que concluyó con el desmantelamiento de gran parte del "aparato de captación" de ETA en el País Vasco y Navarra. Este dispositivo, en el que fueron detenidas una veintena de personas, permitió la intervención de numerosas informaciones sobre intentos de atentado contra la Comandancia Militar de Bilbao, varios documentos internos de ETA sobre el funcionamiento de las estructuras del MLNV y sobre la 'kale borroka' y un programa de boicoteo de las elecciones municipales.
En julio de 2004, el inspector asesinado intervino en la desarticulación del 'comando Vizcaya' y la detención de varios de sus miembros, entre ellos Josune Oña y Asier Mardones, que el año anterior habían participado en un tiroteo con la Ertzaintza en el Alto de Herrera (Álava) en el que habían resultado heridos dos agentes de la Policía autónoma.
También en 2004, Puelles dirigió la investigación que condujo a la detención de Maider Viso Ziarrusta, presunta integrante del aparato de captación de ETA, que permanece en prisión desde entonces.
Al año siguiente, el inspector volvió a participar en un nuevo golpe al aparato de captación e información de la banda, 24 de cuyos miembros fueron detenidos en el País Vasco y Navarra.
Entre las operaciones más recientes en las que había intervenido la última víctima mortal de ETA figura la detención en febrero de 2008 de ocho miembros de un grupo en la comarca de Lea Artibai que, además de realizar acciones de 'kale borroka', recababan informaciones para la banda de cara a futuros atentados.
También el año pasado, el policía colaboró en la detención, tras establecer un dispositivo para localizarle, de Jorge Etxebarrieta Urrutxua, reclamado por la Audiencia Nacional para juzgarle por intentar atentar en 2000 con varias garrafas de gasolina en una zona industrial de Gernika (Vizcaya).
Una bomba lapa adosada a los bajos de su coche, al depósito de gasolina (para que la deflagración fuera más violenta), ha terminado con su vida mientras pedía auxilio e intentaba salir de un choche envuelto en llamas y destrozado por la explosión. La venganza ha quedado consumada, sus indudables éxitos en la lucha antiterrorista le pusieron en el punto de mira de esos bárbaros irracionales, de esos que dicen luchar en contra de la opresión del Estado Español, de ese estado que los combate con la fuerza de la ley, y no por la ley de la fuerza como ellos. Anormales de taberna, carroña corrompida de una sociedad inexistente que pretenden implantar un régimen totalitario justificándolo con sangre. La sangre de los suyos, de los nuestros… la de todos. Os queda ya poco tiempo para que podáis ver vuestra utopía entre los barrotes de una cárcel española, y ojalá que sea desde el rincón más oscuro y lejano de vuestra querida e imaginaria Euskalherria.
El Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta nos invita a la concentración que tendrá lugar mañana sábado en la puerta del consistorio, a las 12:00 hrs. Acudamos todos a mostrar nuestra repulsa por el vil asesinato de Eduardo Puelles García.

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