El Prepotente

El Diccionario de la Lengua Española lo define como “el que abusa de su poder o hace alarde de él”, eso es ser un prepotente. Os preguntaréis por qué salgo ahora con estas, pues por una razón muy simple, parece que aún habiendo pasado ya cinco meses desde mi retirada de la política, aún habiendo desaparecido de cualquier acto social y público en Castilleja, aún pisando la calle solo para desplazarme a mi trabajo y poco más, aún así, sigo siendo un estorbo para algunos/as. Ahora resulta que soy un prepotente y por eso me han echado del PP.

Procedo de una familia humilde que se ha ganado el pan a base de mucho esfuerzo y muchas penurias, pero de esas circunstancias supimos salir adelante y conformar un núcleo familiar fuerte y muy unido (aunque ya no tenga a los míos tan cerca como me gustaría). Mi padre, un obrero de la construcción fue labrándose un futuro profesional a base de muchas horas de trabajo, de muchos desplazamientos fuera de la provincia, de estar con su familia solo los fines de semana. Un esfuerzo que no supe valorar hasta que me vi en su pellejo y pasando por las calamidades que él tuvo que pasar.

No ha sido sino cuando tuve la enorme fortuna de ser padre que pude valorar el trabajo de mi madre peleando a solas con cuatro fieras durante los infructuosos días en que, ya en edad de discutir más que de razonar, disfrutábamos cruelmente en cabrearla aprovechándonos de la ausencia de la figura paterna. Muchas penalidades tuvo que pasar mi queridísima madre con cuatro niños más preocupados de sí mismos que de darse cuenta de los problemas lógicos de cualquier núcleo familiar humilde.

Por desgracia para mí, cuando creé mi propia familia fue cuando me empecé a dar cuenta de los pros y contras de ser el cabeza de familia. La lección de humildad y honradez que me dieron mis padres durante esos años de convivencia, de crecer como ser humano dentro de unos valores de respeto, esfuerzo y dedicación a la familia. Mi padre solía decirme cuando empecé a trabajar en la misma empresa que él – hijo, observa y aprende, que hasta del más tonto se aprende algo, se humilde y no creas que lo sabes todo -. Y así he sido toda mi vida, un observador profesional, soy de los que aprenden las cosas viendo como las hacen los demás. Así aprendí de mi amigo Juan del Río lo poco que sé de política, un mundo que al principio me sobrepasó por las circunstancias que todos sabéis, pero en el que luego me sentí cómodo porque vi que realmente estaba haciendo algo por los demás, y eso es algo que me apasiona.

Siempre me he visto un escalón por debajo de los demás, porque siempre me ha gustado ser aprendiz de todo, me encanta observar a la gente, analizarla, diseccionar lo bueno y lo malo de cada uno, aprender de las virtudes y evitar los defectos. No tolero la prepotencia, la soberbia, o el afán de protagonismo, no me gustan las personas egoístas, las que se ven como el centro de un todo que no existe más que en su imaginación. No soporto a los pelotas, a los condescendientes, o a quienes creen que la sumisión es la solución a los problemas. Soy un rebelde porque tengo claras mis ideas, porque no tolero a quienes engañan a los demás para conseguir una ambición personal, porque me rebelo contra el orden establecido del “yo ordeno y tú callas”.

Amigo, amiga, tú me has conocido bien durante mi etapa en la política, me conoces como persona, y sabes que tolero bastante bien la crítica personal. Siempre me ha gustado saber la opinión de los demás antes de formarme mi propia opinión y/o tomar decisiones. Yo no soy tu objetivo, no tengo porque ser la diana de tus descalificaciones, porque ya no soy el obstáculo a tus pretensiones. Dedica tu tiempo y tu esfuerzo a trabajar por nuestra Castilleja, a luchar por los tuyos, a demostrar que eres una alternativa real, y olvida de una vez a éste que durante un tiempo fue amigo y compañero de fatigas. Pero no olvides nunca lo que dijo una vez Winston Churchill “No se confunda joven, los que tiene usted enfrente son sus adversarios. Los enemigos los tiene usted aquí detrás, en su propio partido”.

Fdo: Rafael Baena (El Prepotente)