El Mesías ZP contra todos

El fascismo de mediados del siglo pasado culpaba de todos sus males a agentes externos y los hacía responsables de las consecuencias de sus erróneas políticas sociales y económicas. La crisis de los años 20, el crash mundial, fue el caldo de cultivo que posibilitó la llegada al poder de partidos políticos como el Nacional Socialista de Hitler. Las consecuencias todos las conocemos. El pueblo alemán, después de la caída del Nazismo, no se explicaba cómo se dejó llevar por los sueños de gloria de un dictador desquiciado que empujó a sus compatriotas a una guerra que los sumió en la vergüenza durante generaciones.
Este preámbulo viene bien como ejemplo para entender lo que hoy tenemos en nuestro país. Por supuesto no existen similitudes tan extremas, pero sí que hay cierto tufillo a manipulación mediática e institucional que recuerda al Ministerio de Propaganda que tan buen resultado les dio a los Nacional-Socialistas alemanes.
Joseph Goebbels, su Ministro de Propaganda, usó mucho lo que hoy se conoce como el marketing social (en vigor hoy día), ensalzando muchos sentimientos de orgullo, promoviendo odios y convenciendo a las masas de cosas muy alejadas de la realidad. Curioso ¿verdad?.
En España, la crisis la provocó el sistema financiero (según el gobierno), y era necesaria una regulación exhaustiva para impedir que los especuladores camparan a sus anchas por los mercados. Poco tiempo después el gobierno ofreció ayuda económica a los bancos, con el dinero de todos, claro. El Banco Central Europeo bajó los tipos de interés al 1% para ayudar a recuperarse a los bancos, y estos pedían dinero al BCE para invertirlos en deuda estatal para sacar tajada. La consecuencia es que el dinero que prestaba el gobierno y el BCE volvía a sus manos sin pasar por la de los ciudadanos, y beneficiando a todos menos al “currito” necesitado de un préstamo urgente para sanear su economía familiar. Finalmente, y a día de hoy, no hay un proyecto de ley que regule los abusos del sistema financiero, y este sigue generando resultados positivos en sus ejercicios anuales mientras los españoles nos sumimos en un abismo.
También fueron culpables los empresarios, por su avaricia y afán de lucro. ¿Cómo puede un empresario pensar únicamente en ganar dinero?, los empleados deberán recibir una parte de esos beneficios. La mal llamada “burbuja inmobiliaria” (yo la llamaba “bomba inmobiliaria”) explotó sin que el gobierno lo viese venir (dicho irónicamente claro está), y los culpables fueron los empresarios. Estos especuladores cerraron sus empresas y dejaron a miles de trabajadores en la calle, según el gobierno, y éste emprendió una dura batalla mediática contra la CEOE para ocultar su ineptitud flagrante, y diría que hasta intencionada.
Cuando los empresarios hablaban de reforma laboral ZP se rasgaba las vestiduras, “hay que proteger al desempleado”, “estos quieren el despido libre”, decía el Mesías Socialista. Hoy, su mesiánica y bífida lengua reposa calentita entre temblorosos cachetes. Hoy sí es necesaria una reforma laboral, pero ésta auspiciada por el gobierno, que no es lo mismo, como ustedes comprenderán. Esta reforma laboral la van a pagar los “curritos” también, para que los pobres empresarios vuelvan a generar beneficios y reactiven el mercado laboral. Por tanto, según parece, los ciudadanos, los curritos, somos unos quejicas de los cojones porque teniendo dinero para ayudar a los bancos y a los empresarios no tenemos motivos de queja, la crisis es un invento de los curritos para no prestar dinero.
Pero claro, tanto ayudar económicamente a los demás nos ha hecho un pequeño agujerito en el bolsillo. Pero el Mesías Socialista ZP ha dado con la solución a nuestros problemas económicos. Hay que subir el IVA, la luz, el gas, el teléfono, el tabaco, el alcohol, etc., porque somos unos privilegiados. En Europa los ciudadanos pagan más impuestos que nosotros, y nos tenemos que equiparar a los europeos. Pero es que además los españoles somos unos flojos y unos vagos. Si hay 4.000.000 de españoles que se van a estar tocando los cojones en su casa durante un par de añitos, a costa del dinero de los curritos, pues que lo recuperen. Cuando uno suspende un examen le hacen otro de recuperación ¿no?, pues al que esté parao que lo recupere después. ¡En vez de jubilarse con 65 años que lo haga con 67!, ¡que somos mu espabilaos, coño!. Eh!! Y cuidaito no me entere que estás más de dos años parao, que te cojo y te bajo la futura pensión de jubilación con el prorrateo de los 15 a los 25 últimos años cotizados para calcularla.
Y ahí están nuestros defensores profesionales, los sindicatos, que ante tanto atropello gubernamental andan calladitos, y esquivando a la prensa para que no les hagan preguntas de difícil respuesta. Preguntas que puedan incomodar al Mesías y que puedan provocar que les retire las generosas ayudas que tanto les ha costado conseguir, porque desde que está ZP esas ayudas se han incrementado un 300%. Desde los 12 millones de euros en 2004 a los 47 millones en 2009. ¿Entienden ahora el silencio sindical?.
Pero el Mesías Socialista ZP va más allá. En un sueño revelador ha sido iluminado por la gracia divina y le ha sido revelado un complot internacional contra su mesiánica figura, y con el único fin de lograr su crucifixión política. Los medios de comunicación internacionales, junto con analistas económicos mundiales, agentes económicos, lobbies, y demás seres demoniacos han urdido una serie de mecanismos infernales que pretenden acallar el santo mensaje de nuestro redentor, verdadero guía espiritual de la humanidad, que con su Alianza de Civilizaciones y con sus recetas económicas acabará con los males del mundo. Pero lo peor de todo, según han revelado el apóstol San Pepiño y la santa beata Sor Pajín, es que al frente del complot mundial está un ser diabólico y desquiciado llamado… RAJOY!!.
España y la humanidad vivirán por los siglos de los siglos tiempos de paz y bonanza, bajo el reinado tolerante, conciliador, y generosísimo del Mesías Socialista ZP, apodado “El Subvencionador”.
¡Madre mía!, que tostón he soltado para hacer ver que estamos gobernado por insensatos que no les preocupa más que su sillón. El mal de todos es algo que se cura con el tiempo, mientras, hay que arrojar botes de humo a la espera de que esto se resuelva solo (así piensan verdaderamente). Eso sí, mientras, hay que mandar a alguien por el mundo a lamer los culos de los periodistas y demás insensatos internacionales que osan criticar las políticas económicas de nuestro gobierno. Un gobierno al que no le importa dejar la dignidad de nuestro país por los suelos con sus continúas bajadas de pantalones. ¡España, quién te ha visto y quién te ve!, en manos de estos vamos a acabar teniendo el mismo prestigio internacional que Ruanda… y me temo que la misma pobreza.