"Está en vías de solución". El alcalde de Castilleja de la Cuesta, Manuel Benítez (PSOE), aseguró ayer que se trabaja para desbloquear el plan para construir unos nuevos accesos al concurrido parque comercial del municipio, donde se asientan Airesur e Ikea, tras desmarcarse esta última multinacional del convenio firmado en 2008 para pagar a medias las obras entre las dos empresas.
En este sentido, después de que Ikea decidiera resolver unilateralmente el convenio por haber "transcurrido con mucho los plazos previstos" para ejecutar el túnel que facilitará el acceso al parque comercial y al propio municipio, así como la conexión con la autopista entre Sevilla y Huelva (A-49), el regidor manifestó que todo se debe a "una diferente interpretación jurídica" del citado acuerdo y que se está en "negociaciones y trabajando en ello" para desbloquear la situación. De hecho, insistió en que se trata de un "malentendido" a cuyas consecuencias le restó importancia por entender que "se solucionará". Eso sí, no se atrevió a dar ningún plazo para el inicio de unas obras que estaba previsto que comenzaran el pasado mes de septiembre después de cuatro años de negociaciones con los empresarios para solucionar uno de los puntos más conflictivos del tráfico del área metropolitana porque son más de dos millones los vehículos que anualmente acceden al parque comercial.
La diferente interpretación jurídica a la que se refiere el alcalde se debe a que Ikea considera, tal y como quedó recogido en la misiva que envió al Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta, que el convenio ya no la vincula por no haberse resuelto el inicio de unas obras valoradas en 4,6 millones de euros que iban a asumir tanto la multinacional como Airesur, mientras que el consistorio actuaba como promotor. Sin embargo, el Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta, basándose en varios informes jurídicos encargados al respecto, afirma que el único incumplimiento de plazos que se recoge en el convenio como causa de resolución se refiere a que pase más de un año sin que se haya concedido la licencia de obras, cosa que no se produce porque no está ni siquiera pedido dicho permiso.
De este modo, en el último pleno se aprobó por unanimidad, tras respaldar la moción del equipo de gobierno (PSOE) la oposición (PP e IU), rechazar la ruptura del convenio propuesta por Ikea, basándose en dichos informes jurídicos. Entre otras cosas, la oposición secundó la propuesta por entender que este proyecto es clave para el área metropolitana y solucionará problemas que los vecinos del municipio vienen padeciendo desde hace años por la elevada densidad de tráfico en esta ruta.
Sobre las cuestiones que llevaron a Ikea a plantear su salida, más allá de una diferencia en la interpretación jurídica del convenio, el regidor no quiso pronunciarse, igual que tampoco aclaró si la otra parte, Airesur, está en condiciones de seguir asumiendo el desembolso para las obras. "No voy a decir nada que sea contraproducente para las negociaciones, que van por buen camino y el proyecto no peligra", zanjó.
Por su parte, desde Ikea también se negaron a hacer ningún comentario sobre la carta enviada al Ayuntamiento de Castilleja de la Cuesta y las consecuencias de este desencuentro para el proyecto.
El proyecto para resolver este complicado nudo, que ya tiene el visto bueno del Ministerio de Fomento, comprende la construcción de un túnel de entrada al aparcamiento subterráneo del parque comercial, con una vía que iría desde la primera rotonda de acceso, junto a la A-49, hasta casi la entrada del parking. La medida no sólo permitiría una entrada directa a la gran superficie, sino que despejaría el camino para los conductores que se desplacen a Castilleja de la Cuesta y a los pueblos de sus alrededores, puesto que su ruta sería distinta e iría en superficie. También se prevé una ampliación del diámetro de la rotonda más cercana al acceso al aparcamiento subterráneo, con el fin de mejorar notablemente el tráfico. Eso sí, se tuvo que desechar la idea inicial de un túnel de salida desde el parque comercial hasta la autopista, porque la legislación impedía soterrar una vía cercana a la A-49, un inconveniente en el diseño que provocó el primer bloqueo del proyecto, al que ahora sigue éste por las diferencias entre las partes.
Fuente: elcorreoweb.es
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